El sendero de Santo Tomé, de traza circular de ida y vuelta, arranca al pie del Rio Árrago y se corresponde en parte con el sendero local SL-CC-206 que es el camino a Sto. Tomé continuando, valle arriba, ascendiendo por la ladera hasta encontrarse a pie del rio para después hacer la vuelta por el camino del puerto, la calzada romana.
Su traza discurre por variados entornos, desde el bosque de rivera a Castañares, robledales o pinares, según vamos ascendiendo el río queda en el fondo del valle pero nos acompaña en todo el recorrido el murmullo del agua en su descens, el canto de las aves, el olor a naturaleza y unas las vistas que hacen que este sendero despierte nuestros sentidos.
El sendero comienza antes de que él Árrago quede remansado en la Piscina Natural de Robledillo. Por un pequeño camino de bajada cruzamos el río junto a una zona de huertas pasando por su frondoso bosque de ribera para poco a poco ir ascendiendo sobre el mismo dejando el rio en el fondo del valle.
De repente el camino se oscurece, bajo una bóveda verde entramos en antiguas tierras de olivos, ya abandonadas, donde sorprenden sus espectaculares bancales de piedra testigos de otros tiempos, cubiertos ahora por castaños y vegetación mediterránea. Según avanzamos llegamos a una zona de pinos donde se observan mejor las estructuras de piedra.
Bajo el pinar, tomamos el desvío hacia la ermita de Santo Tomé, en un pequeño claro ya bajo la vegetación mediterránea tenemos los restos de una pequeña edificación que muestra el buen hacer de sus constructores, magníficos muros de lajas de pizarras resisten al paso del tiempo y al abandono, Es interesante volver lee ves en cuando a vista atrás y disfrutar de las panorámicas del valle.
Volvemos al sendero principal, poco a poco abandonamos el pinar y volvemos a disfrutar de la vegetación de ribera, pasamos sobre un pequeño curso de agua que encajonado entre antiguas paredes salta ladera abajo. Llegando al depósito de la fabrica de luz el sendero ahora continua sobre los restos del antiguo canal que lo abastecía.
Así poco a poco nos vamos acercando al propio curso del Árrago en su encuentro con el regato del Pardal donde existe una captación de agua. Buen momento para descansar bajo la sombra y tomar fuerzas para iniciar el descenso.
La vuelta por el Camino del Puerto (Calzada Romana) con su trazado empedrado sorprende tanto por la vegetación que lo circunda como por las magnificas vistas del valle, gracias a una magnifica obra de ingeniería que es el la propia Calzada que se abraza a la montaña sostenida por grandes muros de lajas de pizarra,
El sendero sale a la carretera cc-7.2 de acceso a Salamanca, en un mirador donde se encuentra un deposito de agua para incendios. Aunque el viejo camino continua pasado este, es preferible tomar la carrera para una vez cruzado el arroyo de Lagartera y Yedramayor volver al sendero que desciende hasta finalizar en la carretera de acceso a la piscina natural y en Robledillo.